lunes, 22 de junio de 2015

Golden Sun

     Hola a todos. He querido comenzar este blog hablando de una saga que, personalmente, marcó mi infancia y lo que no es mi infancia, pues aún disfruto jugando. Se trata de la saga Golden Sun que, dentro de lo que cabe dentro del panorama de los RPG, pasó bastante desapercibida pese al éxito que podría haber tenido. A continuación pasaré a analizar desde mi opinión la primera entrega de esta saga que tantas horas de entretenimiento me ha ofrecido, y seguramente también a muchos otros . Si veo que gusta, continuaré con el resto de la saga más adelante.

Golden Sun (Gameboy Advance) (2001) (Camelot)

   

Contexto e historia

     Mi primer contacto con esta saga fue cuando, en el colegio, vi a alguien en el patio del recreo jugando con su Gameboy Advance. Nunca olvidaré el momento en el que escuché: "¡Voy a cargarme el mundo para matar a una araña!" mientras lanzaba un poderoso "Juicio Final". El juego llamó mi atención, pero no fue hasta que tuve entre mis manos mi propia copia que descubrí todo su potencial.

     Un secreto oculto en un templo, una aldea en la que los poderes especiales son algo normal, una catástrofe y unos tipos con pinta sospechosa husmeando por la zona. Este era el contexto que nos encontrábamos nada más iniciar la aventura. Nos encontrábamos con un joven Hans (Isaac en otras versiones) que aún no era capaz de hacer casi nada, pero que iría evolucionando a lo largo de sus viajes junto a su amigo Garet. 

     El contexto ya prometía bastante, pero no era más que el preludio de lo que se avecinaba, y es que cuando al fin se desvelaban los misterios que entrañaban aquella aldea aislada y el templo que protegían, ya era tarde, necesitabas seguir adelante para saber cómo se resolvía todo. Poco después nos encontrábamos viajando por el mundo sin un rumbo fijo, persiguiendo a un grupo del que poco sabíamos, quitando que debíamos detenerlos para evitar el fin del mundo.

     Las historias secundarias que íbamos encontrando durante el viaje no estaban exentas de encanto, ya que no solo no entorpecían el ritmo de la historia, si no que en ocasiones aportaban datos interesantes para la misma o nos daban pistas de qué pasos habían seguido nuestros adversarios. Todo en conjunto hacía que quedaras inmerso en la historia y necesitaras avanzar más para conocer más detalles. 

     Personalmente, cuando llegué al final de esta primera entrega, pensé: "¿Ya está? ¿No puedo seguir? ¡Maldición, tengo que esperar a que saquen la siguiente entrega para continuar con esto!"

Gráficos



     Y es que no todo era historia en Golden Sun. Nos encontrábamos ante unos gráficos que, para una portátil en aquella época eran tremendos. No siempre eran iguales, alternaban entre un estilo más "chibi" en las fases de exploración, y uno más detallado en las batallas, con unos fondos pre-renderizados de gran calidad y personajes que estaban en continuo movimiento que les daba cierto aire de vida a esos modelos en 3D.

     El estilo de cada situación era bastante acertado, pues los escenarios que explorábamos lucían bastante coloridos y bonitos con el estilo que utilizaron para representarlos. En ellos encontrábamos lugares a los que entrar, puzzles que resolver, multitud de personas con las que hablar y distintas búsquedas secundarias que, por lo general, nos ofrecían generosas recompensas. 

     Por otro lado, el estilo gráfico de las batallas daba un aire bastante dinámico, pues contaba con diferentes giros de cámara, cinemáticas para los ataques más poderosos (véase sobre todo en las invocaciones) y el ya nombrado movimiento de los personajes. Ningún otro juego de Gameboy Advance me ha dado una sensación tan buena de haber exprimido al máximo las posibilidades de la consola sin sufrir o pecar de grandes fallos.

Jugabilidad


     Otra de las joyas de este juego. Otra vez podemos distinguir entre distintos tipos de jugabilidad bastante destacables dentro del título.

     Como ya he dicho previamente, en las fases de exploración podíamos visitar hogares, hablar con personas, pero lo que más destaca son los puzzles. Y es que, como ya dije, nuestros personajes cuentan con ciertos poderes, conocidos como "Psinergia". Estos poderes se distinguen en función de los cuatro elementos de la naturaleza (agua, fuego, tierra, aire), que consisten en la base de todo lo que conocemos. De esta forma podíamos encontrar poderes como el movimiento de objetos, el crecimiento de plantas, levantamiento de pequeños torbellinos, o incluso congelar el agua. Como podréis imaginar, todos estos poderes ofrecían multitud de opciones para interactuar con el entorno, lo que nos llevaba a probar mil y una cosas para llegar al objetivo de algún determinado puzzle. Esto hacía que hubiera gran variedad de situaciones para la gran variedad de poderes que podíamos utilizar pues, gracias a unas criaturas que íbamos encontrando durante los viajes llamadas "Djinns", podíamos aprender nuevas "Psinergias" que nos ayudaran en otras tantas situaciones. Recuerdo que uno de los poderes que más a menudo utilizaba cuando jugaba era "Leer mente", es un poder que no tiene desperdicio, pues permitía  saber qué pensaban los aldeanos, y podías enterarte de cotilleos, de qué pensaban de ti, o del paradero de algún lugar secreto.

     En los combates la cosa era bastante diferente. Como en la mayoría de RPGs por turnos, contábamos con un menú inicial de combate con las opciones: "Atacar", "Huir"o "Estado". Una vez elegíamos pelear, teníamos una completa lista de acciones para realizar, como eran atacar, utilizar "Psinergias" (ofensivas, defensivas, curativas o de apoyo), defendernos, usar objetos, o utilizar a los mencionados "Djinns", que tenían diversas habilidades enfocadas todas al combate, como curar, hacer daño, reducir capacidades del oponente, o proteger. Una vez utilizábamos un "Djinn", este entraba en un estado de preparación (también se podían preparar antes del combate), lo que despertaba una nueva pestaña en la barra de combate, "Invocar". Esta opción desbloqueaba los ataques más poderosos del juego, que ayudaban a causar graves daños a los enemigos, sobretodo a los jefes finales, con la contra de que perdías durante unos turnos los beneficios que aportaban los "Djinns" a tus estadísticas. En este caso encontrábamos cuatro invocaciones por elemento, que se verían ampliadas considerablemente en futuras entregas de la saga. Los daños de cada ataque se veían siempre influidos por el elemento del enemigo y el de tu ataque, agua y fuego eran opuestos, así como tierra y aire. Un ataque del elemento débil hacía bastante daño al enemigo, y uno del mismo elemento lo reducía considerablemente.

     La dificultad del juego es moderada, no puedo decir que sea fácil para quien lo juegue por primera vez, pero si que con la preparación adecuada se puede llevar la aventura sin pasarlo realmente mal en los jefes, salvo alguna excepción. La estrategia ayuda bastante a solventar una situación de desventaja, no todo depende del nivel, y eso es algo que se agradece, pues no te obliga a pasar horas subiendo de nivel, interrumpiendo así el desarrollo de la historia.


Música


     La música de este título es simplemente genial. Uno de los mejores trabajos de Motoi Sakuraba en mi opinión, pues consiguió crear obras épicas para un video juego salido en un formato tan pequeño como era el de Gameboy Advance. Desde que jugué el juego de niño, sus grandes temas como la música normal de batalla o ciertos momentos importantes se me quedaron grabados y, a día de hoy, siguen haciendo las delicias de mis oídos. Puede que gracias a esta banda sonora comenzase mi amor por las piezas musicales de Sakuraba.

     Melodías movidas, melancólicas, caóticas, cubrían cada uno de los momentos de la historia, así como las batallas, haciendo de cada momento único. Luchar contra un dragón diez veces más grande que los personajes con una melodía caótica e intimidante era una situación bastante tensa, incluso para un juego de bolsillo.



Extras


     Como todo buen RPG que se precie, Golden Sun contaba con diversas cosas para hacer fuera de la trama principal. Para empezar, podíamos encontrar varios minijuegos en algunas de las ciudades que reportaban premios económicos u objetos o equipamiento. Estos minijuegos pasaban por máquinas tragaperras o jugar a los dados.

     También podíamos encontrar búsquedas secundarias, que no estaban directamente relacionadas con la trama, pero en ocasiones ayudaban a encontrar nuevos cabos que atar más adelante (véase Dodonpa y el rescate de Hammet). Estas búsquedas suponían algún pequeño reto, ya que los jefes a los que había que enfrentar no resultaban fáciles si no se iba con la preparación adecuada. Por otro lado, las recompensas eran bastante gratificantes, pues podíamos encontrar buen equipo, buenos objetos o algún "Djinn". En esta entrega podíamos encontrar dos mazmorras opcionales, creo recordar, y algunos jefes opcionales más.

     Otro gran atractivo era el coliseo, que se encontraba fuera de la partida principal, pero en el que podías utilizar a tus personajes tal cual los tenías en tu partida. Aquí podías iniciar una especie de "modo supervivencia", en el que te enfrentabas a monstruos ya derrotados (incluidos jefes) con la peculiaridad de que eran notablemente más poderosos que en su forma original. En cuanto acababas una batalla, podías elegir pasar a la siguiente o renunciar, pero si decidías avanzar, tus heridas no eran curadas. El objetivo de ese modo era alcanzar el máximo número de victorias consecutivas. Pero la joya de el coliseo eran los combates por cable link. Si conocías a algún amigo que tuviera su copia de Golden Sun, podíais enfrentaros cara a cara en el coliseo mediante conexión por cable link. En mi opinión, aunque no pude probarlo mucho, esta era la mejor parte del coliseo, pues podías competir por ver quién planificaba mejor sus estrategias o quien había preparado mejor a su grupo, y los combates eran bastante emocionantes.

Conclusión


     ¿Qué podemos deducir de todo lo dicho hasta ahora? Nos encontramos ante un juego con una historia bien estructurada y que engancha, una banda sonora épica, unos gráficos increíbles para su plataforma y una jugabilidad innovadora para su época y que ofrecía multitud de posibilidades en todo momento. La duración aproximada del juego podrían ser unas 30 horas, aunque se puede estirar si lo exprimes al máximo para descubrir todos sus secretos.

     Pensaréis que he hablado demasiado bien de este título, pero no es por que siempre me haya encantado, si no por que no son muchos los fallos que se pueden encontrar si lo analizamos como juego de Gameboy Advance y que, los pocos que se pueden encontrar, estaban prácticamente subsanados en la siguiente entrega, como podían ser la pesadez del movimiento por el mundo en ocasiones o la falta de variedad en el número de invocaciones. Si tenéis ocasión de jugar alguna vez a Golden Sun y no lo habéis hecho, os recomiendo al 100% que lo probéis (siempre que os guste el género RPG y las batallas por turnos), pues no os arrepentiréis en absoluto.

     Esto es todo por ahora. Recordad que es todo una opinión subjetiva y que mi opinión no siempre va a coincidir con la del resto del mundo. Sois libres de dar vuestra opinión, de darme la razón o de poner en duda mis ideas.

     Un saludo a todos, y nos vemos en el próximo análisis.

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