miércoles, 22 de julio de 2015

Final Fantasy X

      Una historia de amor y superación de obstáculos camuflada dentro de una aventura épica con muchísimas cosas por hacer. Combates, amplia personalización de personajes y equipo, y diversos minijuegos que harán que nuestro contador de horas de juego no baje del número 100. Veamos todo lo que este título tiene que ofrecernos.

Final Fantasy X (Playstation 2) (2001) (Squaresoft)


Contexto e historia


      Tras una breve escena de presentación, se nos pone en el papel de un joven llamado Tidus (o como queramos, ya que podemos cambiarle el nombre, y nunca llegan a nombrarle en los diálogos), el "as" de los "Zanarkand Abes", un exitoso equipo de "Blitzball", un deporte bastante popular. Durante uno de los partidos, una enorme criatura ataca la ciudad de Zanarkand. 

      Tidus es ayudado por Auron, un viejo amigo, que tras unas batallas "empuja" a Tidus a entrar en Spira, un mundo en el que su ciudad es un lugar histórico abandonado hace siglos, y en el que las cosas son bastante diferentes. La religión rige las vidas de sus habitantes, las máquinas son pecado, y el temible monstruo Sinh, que se reencarna cada cierto tiempo, atemoriza a todo el mundo. 

     Solo los invocadores pueden detener a Sinh hasta su próxima aparición, gracias a la invocación del "Eón Supremo". Bajo este contexto, nuestro protagonista irá descubriendo las peculiaridades de este mundo y conociendo a sus compañeros de viaje, y viviendo una de las mayores aventuras de la saga. Un argumento lleno de giros, momentos emotivos, mucha acción, y revelaciones nos espera durante la larga historia de Final Fantasy X.

Gráficos


      Final Fantasy X supuso una revolución gráfica respecto a lo visto en Playstation. Nos encontramos ante personajes enormemente más expresivos que los que veíamos en la anterior generación, así como cuerpos proporcionados y escenarios que, aunque pre-renderizados, lucían una calidad tremenda.

      Los diseños de personajes, monstruos y entornos, así como los efectos de magias y ataques especiales estaban a un nivel bastante notable, lo que el juego entraba bastante bien por los ojos. Las invocaciones de Yuna también estaban muy bien diseñadas, y sus animaciones eran bastante fluidas y vistosas, sobretodo a la hora de lanzar sus "Límites".

      Las escenas del juego usadas para interacción entre personajes y eventos de la historia, alternaban entre el motor del juego y secuencias en alta definición de una calidad maravillosa para su época. Sin duda, un apartado que cuidaron con mucho mimo para mostrar un gran resultado en su salto a la segunda generación de Playstation.

Jugabilidad


      Todo el aspecto jugable del título es una joya, un diamante en bruto, pues ofrece mecánicas que enganchan y que no dejan a ningún amante de este tipo de juegos indiferente.

      En primer lugar tenemos la exploración que, a pesar de ser más bien lineal, ofrecía caminos alternativos en muchas ocasiones para llegar a lugares ocultos que podían reportarnos recompensas o retos adicionales. La extensión total de terreno a recorrer durante Final Fantasy X era bastante inmensa en realidad, y nos llevaba a muchos pueblos y ciudades, y zonas intermedias como desiertos, llanuras, bosques, puertos, templos y demás. Por lo general viajábamos caminando, aunque podíamos alquilar un chocobo para viajar más deprisa y, a partir de cierto punto, podíamos viajar en barco volador, lo que facilitaba mucho las cosas.

      Los combates comunes se desarrollaban en encuentros aleatorios mientras viajábamos por los caminos, al contrario que los jefes, que se nos presentaban previamente en una escena. Nos encontrábamos ante un estilo puramente por turnos, pero no estilo ATB, si no 100% por turnos. Los personajes y los enemigos esperaban pacientemente su momento para atacar o realizar acciones, y dichos turnos estaban marcados en una barra bastante explicativa, por lo que podías planificar tu estrategia en base al ritmo de la batalla, o incluso alterar el orden en función de tus acciones, lo que añadía un componente muy táctico a los combates. Aunque con el tiempo todos los personajes podían aprender casi todas las habilidades, cada uno de ellos tenía alguna habilidad propia, visible sobretodo en los movimientos "Turbo", que eran como los "Límites" de otras entregas. Dichos movimientos solo podían ser usados por el personaje en cuestión cuando la barra correspondiente se llenaba, y sus daños eran devastadores. Por lo demás, contábamos con ataques normales, magias de distintos tipos, ataques especiales, objetos, guardias y la posibilidad de huir, así como comandos que aparecían en momentos determinados de algunas batallas. Además, con Yuna en nuestro grupo, podíamos llamar a un "Eón", para que sustituyera al grupo temporalmente, cosa que no era en vano, pues a veces resultaban más poderosos que el propio grupo de cara a algunas situaciones.

      En cuanto a personalización de personajes, a diferencia de la inmensa mayoría de juegos de la franquicia, en este caso no subíamos de nivel. Los personajes ganaban PH, y cada vez que alcanzaban un número determinado de PH, ganaban un punto de movimiento para gastar en el "Tablero de Esferas". Este sistema nos presentaba un recorrido para cada personaje, que debía seguir usando los puntos de movimiento para activar las casillas con las esferas correspondientes. Cada recorrido tenía habilidades correspondientes al estilo de combate del personaje, así como mejoras de atributos también adaptadas, aunque a partir de cierto tiempo se podían "invadir" los caminos del resto de personajes para ampliar las estadísticas y las habilidades. Todas las magias y técnicas que se podían aprender estaban situadas en el tablero de esferas, que nos era explicado en detalle en un tutorial al principio del juego. Además, cada personaje podía equiparse con un arma y una armadura. Estos equipos, no tenían ningún atributo de entrada, salvo en algunos casos, pero tenían un número de ranuras que podíamos rellenar con diversas habilidades gastando materiales, por lo que había bastante variedad en este aspecto.


      Además de algunos minijuegos puntuales, también teníamos acceso a diversas actividades que nos reportaban recompensas y que podíamos repetir para ganar premios variados. Una de ellas era el "Blitzball", que era una mezcla de fútbol, buceo y balonmano (o algo así). Se jugaba bajo el agua y, aunque contábamos con un equipo de serie, los "Besaid Aurochs", podíamos fichar jugadores por todo el mundo y tenerlos contratados durante "X" tiempo pagando sus tasas. Los jugadores iban subiendo de nivel y aprendiendo habilidades, como tiros más potentes, o con estados alterados, y la estructura de los partidos mezclaba tiempo real y turnos, siendo también bastante estratégico, ya que había que saber aprovechar las situaciones de desventaja para ponerlas a nuestro favor. Encontrábamos diversos modos de competición en el estadio, que nos ofrecían recompensas de distintos tipos. 

      Otras actividades incluían carreras de chocobos, caza de monstruos para obtener recompensas, y puzzles en los templos que podían ofrecernos buenas recompensas y eran clave para obtener una invocación secreta muy poderosa.

Música


      ¿Qué puedo decir al respecto de la música? Como de costumbre, Nobuo Uematsu realizó un trabajo a la altura de su talento, con melodías que pegan perfectamente con la ambientación del juego, y algunas melodías que quedan para el recuerdo, como la genial composición a piano "To Zanarkand", simplemente preciosa.

      Estamos ante el primer Final Fantasy con voces de doblaje, y la verdad es que no estaba nada mal, los actores fueron bien elegidos para poner voz a los personajes, y no quedan demasiado sobreactuados como en algunos videojuegos. Fue un primer intento que terminó en acierto.

      Los efectos sonoros cumplen bastante bien, reflejando con bastante fidelidad las acciones que se llevan a cabo y los ataques, por lo que el apartado en general es bastante satisfactorio.


Extras


      Un juego de estas dimensiones no podía estar exento de una amplia cantidad de extras, por lo que es conveniente enumerarlos.

      En la versión PAL del juego (ya que no se si en el resto se incluían todas estas cosas), podíamos realizar distintos retos de lo más variado para conseguir el arma más poderosa de cada personaje. Estas armas tenían la habilidad "Expansión de daño", que nos permitía causar daño por encima de 9999, llegando hasta 99999. Conseguir estas armas no era nada fácil, teniendo que cumplir retos como esquivar 200 rayos, ganar carreras difíciles, o capturar la mayoría de los monstruos del juego.

      Además, podíamos conseguir tres invocaciones ocultas para Yuna, cada una desbloqueándose de forma distinta. Valía la pena conseguirlas, pues eran tremendamente poderosas, mucho más que las obtenidas durante la aventura.

      Para más desafío, podíamos enfrentarnos a los "Eones Oscuros", versiones oscuras e increíblemente poderosas de nuestros "Eones". Para vencerlos era necesaria muchísima preparación, así como una buena estrategia. Una vez derrotados todos, podíamos enfrentarnos al jefe más duro del juego, el Verdugo Final, con la friolera de 12 millones de vida.

      También habían lugares ocultos en el mapa, que podíamos localizar desde el barco volador, que ofrecían tesoros y algún que otro desafío. Además, habían diccionarios ocultos por el mundo, que nos permitían entender poco a poco la lengua "Albhed", que nos era de utilidad para descifrar algunos secretos.

      Otros retos consistían en capturar todos los monstruos del mundo, lo que desbloqueaba algunos combates extra contra jefes muy poderosos, que ofrecían grandes premios, pero eran difíciles de vencer.

Conclusión


      En conclusión, un gran juego de dimensiones épicas, tanto en cosas por hacer, como en argumento y espacio por recorrer. Entre la historia, el Blitzball, la caza, los retos, y todo lo demás que incluye el juego, podemos echarle prácticamente 150 o más horas sin llegar a acabar hartos del título.

      Una gran banda sonora, jugabilidad clásica con un corte moderno y profundo, y actividades para rato, todo en un título que vale la pena probar si o si, a menos que no te gusten los RPGs por turnos. Si tenéis ocasión, probadlo sin dudar, ya que ha sido reeditado para Playstation 3, PS Vita, y en un futuro para Playstation 4, por lo que no hay excusa para no probarlo al menos una vez en la vida.

      ¡Un saludo a todos! No olvidéis votar en la encuesta semanal para decidir el siguiente análisis. Vuestra opinión es importante.

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