lunes, 6 de julio de 2015

Shadow of the Colossus

      Un mundo desolado, poblado únicamente por plantas, algunos animales y unas colosales criaturas que vagan a sus anchas por la vastedad de sus terrenos. Un joven que dará su vida por salvar la de su amada, y un ritual prohibido. Unos pocos elementos que hacen que esta sea una aventura de dimensiones titánicas.

Shadow of the Colossus (Playstation 2) (2006) (Team ICO)



Contexto e historia


      En este título nos ponemos en el papel de Wander, un joven que viaja junto a su caballo Agro a una tierra prohibida para cumplir con un ritual que, según cree, devolverá a la vida a su amada. Una vez llega allí, una extraña voz le dice que si quiere salvar a su amada, deberá acabar con las dieciséis bestias colosales que moran en esas tierras olvidadas.

      Con la ayuda de su espada, su arco y su caballo, Wander se embarca en un viaje por un mundo inmenso y desconocido para enfrentarse a dichas bestias sin dudarlo, con la única guía de las breves y confusas palabras de la extraña voz y de los reflejos del sol en su espada, que le indicarán el camino a seguir.

      El título no necesita de largas escenas y narraciones para transmitir al jugador las emociones y los sentimientos de la historia. Casi todas las escenas se basan en lo visual, acompañado de la música, para hacer entender al jugador qué es lo que está ocurriendo, y además se entiende bastante bien. Cuando derrotemos a una de las bestias, se nos comunicará nuestro siguiente destino y habrá alguna que otra escena para ir siguiendo el argumento.

      En resumen, es una gran historia contada con pocas palabras, y que transmite mucho más de lo que pueda parecer. Un apartado bastante notable en este sentido.

Gráficos


      Un apartado que en su época puso los pelos de punta a los usuarios de Playstation 2, pues era capaz de mostrar escenarios inmensos, que se perdían en la lejanía, sin que el juego tuviera problemas por ello.
  
      Grandes templos, puentes, barrancos, montañas, bosques, lagos, playas y demás adornaban este mundo apenas habitado por unos cuantos animales y las colosales criaturas que lo dominaban. Pero sin duda, estas criaturas eran las que se llevaban la palma. Cada coloso era totalmente distinto al anterior, y algunos de ellos eran ridículamente enormes. Sus diseños eran bastante completos, y eran como grandes puzzles andantes, con distintas formas de llegar a lo más alto de sus enormes cuerpos para asestarles el golpe de gracia. La calidad de los detalles en sus armaduras, sus movimientos y sus peludos cuerpos por los que escalábamos estaban a la altura  de cualquier juego de la siguiente generación.

      Los efectos de los impactos de los ataques enemigos en el suelo, los temblores y sus consecuencias, que en ocasiones hacían tropezar al protagonista, estaban bastante bien logrados también. También era de destacar el efecto del agua, y la sensación de agobio al bucear por aguas profundas, sobretodo si había un coloso cerca.

Jugabilidad


      Sencillamente brillante. El juego está desarrollado de forma que sientas la dificultad que supone hacer todo lo que hace en  él, ofrece una inmersión total en el juego. Acciones como escalar colinas, estructuras o el lomo de un coloso, disparar con el arco con más o menos potencia, nadar y bucear, o galopar a lomos de Agro ofrecían una variedad de formas de afrontar las situaciones tremenda.

      El hecho de encontrar la ubicación de un coloso podía ser ya un reto en si, y llevarnos un buen rato, y nos llevaba a escalar numerosos lugares, saltar por zonas altas y peligrosas o nadar y bucear por distintas zonas. Se agradecía el gran número de checkpoints para guardar que podíamos encontrar en muchísimos lugares del mundo, ya que en ocasiones era fácil perderse en la búsqueda de un coloso si no conocías el camino. Pero todo era más rápido y sencillo con la ayuda de Agro, al que podíamos usar para movernos más deprisa por el mapa (y hacer cabriolas con él, como montar de pie o colgarse de los laterales, e incluso disparar con arco a caballo).

      Casi todas las acciones que podíamos realizar dependían de un círculo situado encima de la barra de vida, que era el medidor de aguante. Estar colgando de algún lugar, escalar o bucear entre otras cosas iban reduciendo este medidor si no parábamos a descansar en alguna zona lisa o salíamos a la superficie del agua. Si el medidor se vaciaba mientras escalábamos, la caída era inevitable, pudiendo costarnos la vida. En el caso del agua, quedarnos sin aguante bajo el agua nos podía llevar al ahogamiento. El medidor de aguante, así como la barra de vida, podían aumentar de tamaño tras derrotar a un coloso, y al consumir frutas y colas de lagartija blancas, a las que primero había que cazar, pero valía la pena el esfuerzo.

      Una vez nos acercábamos a un coloso, nos sorprendía una secuencia en la que la bestia despertaba de su sueño, y acto seguido comenzaba la batalla. La estrategia para cada uno de ellos era totalmente distinta, podíamos tener que atraer su atención para luego rodearlos, hacer que destruyan cosas para abrir caminos, y muchas cosas más que no quiero explicar para no romper la magia. Solo contábamos con nuestras dos armas y la ayuda de Agro para atacar en movimiento, cosa que en ocasiones se volvía necesaria para no morir en cuestión de segundos. Si un coloso nos golpeaba de lleno con uno de sus ataques y sobrevivíamos, salíamos despedidos por el suelo y tardábamos un rato en poder levantarnos, dando pie a un nuevo ataque del coloso, por lo que había que actuar con mucho cuidado, así como cuidar el medidor de aguante una vez arriba de ellos, o podíamos caer y morir fácilmente.

      Una vez derrotábamos a un coloso, eramos transportados al templo principal, donde se nos daba una leve pista de donde encontrar y cómo derrotar al coloso en cuestión, y vuelta a empezar. El único problema era que si ya habías finalizado el juego se podía volver algo corto, pero nada más.

Música


      ¿He dicho que la jugabilidad era brillante? La música no se queda para nada atrás. Comenzando por los sonidos ambientales mientras vamos por el mapa, el sonido del viento, del agua, el trotar de Agro por las distintas zonas, incluso el hecho de ensartar la espada en la piel de un coloso, todo tiene una calidad impresionante.

      Pero la banda sonora se lleva la palma. Encontramos temas completamente épicos durante las batallas contra los colosos que nos hacen sumergirnos en la situación de peligro y tensión que conlleva enfrentar enemigos tan grandes y peligrosos. Cambios de melodía y de tono cuando la situación se volvía a nuestro favor, para dar un toque aún más épico si cabe. No puedo dedicar demasiado a este apartado por que se puede resumir en pocas palabras. A mi gusto, una de las mejores bandas sonoras para videojuegos de este genero.


Extras


      El título contaba con una gran cantidad de extras, la mayoría de ellos desbloqueados al finalizar una partida. Desbloqueábamos un modo más difícil, así como la opción de comenzar un nuevo juego con nuestro estado actual en la partida finalizada. En estos modos extra teníamos la opción de rezar frente a la estatua de un coloso para jugar un modo "Time Attack", en el que debíamos derrotar al coloso dentro de un límite de tiempo. Este modo nos permitía desbloquear objetos extra, como flechas bengala para distraer, una lanza para hacer más daño, o incluso un paracaídas. El modo difícil suponía un mayor reto en comparación al modo normal, pues los colosos presentaban más puntos débiles en lugares menos accesibles.

      Además estaba el hecho de explorar al detalle todo el mundo al completo, pues había algunas curiosidades escondidas, como los peces que te permitían viajar un trecho por agua si te agarrabas a ellos, y muchas más cosas. También había un lugar secreto en lo más alto del templo principal, con diversas cosas para ver, pero para llegar era necesario empezar una segunda partida para acumular más aguante, pues la escalada era tremendamente larga y sin descansos.

      Como veis, el juego contaba con numerosos detalles que llevaban a rejugarlo en más de una ocasión para descubrir todos sus secretos.

Conclusión


      Es un videojuego que va al grano, sin minijuegos ni misiones secundarias que suelen incluir la mayoría de RPGs, pero que te absorberá de manera increíble por el ambiente místico y misterioso que posee, por su increíble banda sonora y por sus enemigos, que son como otros escenarios andantes.

      Puede pecar de corto si ya conoces el funcionamiento de los colosos, pero para la primera partida puede llegar a durar bastante tiempo. Se puede alargar jugando los modos extra y explorando el mundo, cosa que no tiene desperdicio pues el trabajo artístico del juego es excepcional.

      Además, una historia contada casi sin palabras pero que emociona, y que te lleva a pensar si todo lo que has hecho valía realmente la pena, o hubiera sido mejor no entrar en terrenos prohibidos. Os recomiendo que lo probéis si podéis, yo me muero de ganas por probar la versión HD para Playstation 3 que salió hace unos años, pues debe ser una delicia visual ver este juego con más calidad si cabe.

      Un saludo y nos vemos pronto, ya que trataré de volver al trabajo al mismo ritmo que antes, ya que tengo un poco menos de ocupación.

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